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Así como Jerusalén está rodeada de montañas,
    así el SEÑOR rodea a su pueblo, desde ahora y para siempre.
El gobernante perverso no permanecerá sobre la tierra dada a los justos
    para que así los justos no extiendan sus manos hacia el delito.

SEÑOR, haz bien a la gente buena,
    a los que son honestos;

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